No es bueno que un “bueno” sea malo
10/10/2007 - 12:10:00
Autor: Orlando Barone
http://www.continental.com.ar/noticias/491624.asp


No es bueno que un pastor de la Iglesia sea condenado por genocidio; menos bueno es que haya sido culpable.
No es bueno un sacerdote preso; menos bueno es que haya participado de torturas y crímenes.
No es bueno que un miembro de la Iglesia sea juzgado; menos bueno es que no hayan sido juzgados los desaparecidos.
No es bueno que un pastor sea apartado de sus fieles; menos bueno es que él los haya traicionado.
No es bueno que haya que recordar cementerios; menos bueno es seguir encontrando en los cementerios pruebas de crímenes de Estado.
No es bueno que un país siga siendo noticia por la revisión de los derechos humanos; menos bueno es que alguna vez el país haya sido famoso por degradarlos.
No es bueno que Von Wernich ya no pueda confesar a tantos fieles que se arrepienten de pecados; menos bueno es que él no se arrepienta y siga negando los pecados que le atañen.
No es bueno que Dios no haya logrado convencerlo; menos bueno es que él haya usado a Dios para convencerse de sus crímenes.
No es bueno que La Iglesia padezca este dolor; menos bueno es el dolor de los deudos de los ajusticiados.
No es bueno que la sociedad todavía no haya cerrado heridas del pasado; menos bueno es que tenga esas heridas y que algunos quieran desconocerlas.
No es bueno que una sociedad católica y cristiana descubra que un sacerdote haya sido cruel en lugar de piadoso. Menos bueno es darse cuenta que el arrepentimiento de sus pares tarda más que el arrepentimiento de los fieles.
No es bueno ver a un religioso expuesto al peso de la culpa pública; menos bueno es ver a nuevas generaciones de argentinos en el esfuerzo de comprender por qué tantos mayores alentamos o nos resignamos a aquello.
No es bueno que sea la jerarquía eclesiástica la que advierta que tenemos que alejarnos del odio y el rencor; menos bueno es que no aclare que el odio y el rencor no se los adjudica a la sentencia.
No es bueno que la religión oficial se haya manchado con la dictadura; menos bueno es que siga interviniendo en la política.