Sátira acerca de la idiotez y de “lo negro”
18/10/2007 - 12:00:00
Autor:
http://www.continental.com.ar/noticias/495129.asp


Hasta ahora los rastros más antiguos del origen del hombre están en África. Sí, en África, y no en Boston ni en Zurich. Más precisamente en la región de Herto, en Etiopía, donde se hallaron cráneos humanos de más de 150.000 años de antigüedad. Por lo cual uno podría preguntarse: ¿Y si entonces Dios es negro? ¿Y si es varón y tiene el aspecto de Mandela o de Cesaire Aimée el poeta de la negritud, o el del negro Rada o el del negro Falucho?
Siguiendo ese origen africano, es seguro que los blancos se apoderaron de la imagen de Dios y la blanquearon para creérsela afín. Es cierto que hubo Papas negros, pero eran blancos. Bien blancos.
Lo que acaba de provocar la declaración del científico James Watson acerca de que los negros tienen menos inteligencia que los blancos es un verdadero agujero blanco. Un tremendo “buraco” cavado en la sociedad mediática para causar escándalo. Ni siquiera a un oso blanco se le ocurriría pensar que el oso negro tiene menos instinto.
Los únicos que hacen diferencias entre un perro de paladar negro y otro de paladar neutro, son los dueños de los perros.
Habrá mucha gente rubia y blanca que al enterarse del pensamiento de Watson ratificará sus sanos prejuicios. Es esa clase de gente que lo único que acepta negro a regañadientes es el luto para quedar bien con el muerto o el vestido negro para afinar la silueta. O un sueño negro para salir de la vigilia mediocre.
La ciencia no tiene ideología: los científicos sí.
No hay ninguna ley que impida al hombre más sabio hacerse el idiota o serlo. Un idiota triunfador sigue siendo un idiota. Y si tiene una inteligencia aguda corre el riesgo de una idiotez más intensa. Pero no hay que discriminar: igualemos la idiotez del blanco y del negro, y de cualquier color humano que haya. A la idiotez se aspira por igual.
Generaciones enteras de blancos- incluido el sabio Watson- conocimos la negritud, no por Leopold Senhgor, el gran poeta senegalés, sino por “La cabaña del tío Tom”. Esa historia racista del esclavo negro despiadadamente maltratado por sus amos blancos a los que al final perdona. El profesor Watson es un desagradecido. Considera el perdón falta de inteligencia.
Es que los agujeros blancos son más aterradores que los negros.