El diccionario del nocaut y del animal político
31/10/2007 - 11:48:00
Autor: Orlando Barone



El diccionario del nocaut y del animal político “Nocaut”, escrita así como se pronuncia en argentino, acaba de ser legitimada como otra palabra del diccionario. Sabemos que nocaut en el box quiere decir fuera de combate. Significa que un boxeador golpeado en la mandíbula o en el plexo ha sido derrotado. Pero también el nocaut se puede producir en el amor, en el casino o en las elecciones. Hay candidatos que quedaron nocaut y a los que les costará despertarse. No daré nombres para no herir más a los heridos de alguna gravedad narcisística. Pero los que provocaron el nocaut están felices. Aunque hay candidatos/tas que padecen inestabilidad meteorológica emocional y que si no ganan por nocaut sienten que pierden. También hay políticos que prometen irse a un café literario, otros al mar , y otros como Brandoni, Susana Rinaldi, Irma Roy, Héctor Bidonde y Larry Clay, que se recuperarán del nocaut en el teatro. Pinky, no. Porque ha sido elegida diputada, aunque no ganó por nocaut sino por puntos.Y Jorge Asis tendrá tiempo para escribir una nueva novela titulada: “ Flores perdidas en los hielos de Neuquén y en las clases medias altas con valores”. Ese mercado de valores de clases altas es un enigma. También la Academia de la lengua incluye en el diccionario la palabra “neura”.Palabra sicologista que remite a una persona obsesiva y maniática. Neura es aquel que en una elección de 27 millones de votantes y decenas de millones de boletas, pretende encontrarlas alineadas y ordenadas prolijamente por abecedario y acompañadas de un manual de instrucciones.Aeromoza es otra de las palabras incluidas. Cuesta imaginar a un pasajero argentino diciéndole aeromoza a una azafata. También se ha incorporado “paganini” por aquel que se hace cargo de las cuentas de otros que se hacen los burros. Paganini fue un gran violinista y no se merece esta afrenta del idioma.El diccionario actual contiene unos cien mil vocablos. Se dice que Shakespeare llegó a usar más de 21.000 palabras; Cervantes más de treinta mil y García Márquez 36.000. Sin contar ninguna repetida.Además se incluye el concepto “animal político”:( persona que revela cualidades innatas para la actividad política, como Lopez Murphy y Blumberg, por ejemplo).Pero hay que tener cuidado de no aplicar este concepto al gorilismo. Porque eso es otra cosa. Nadie sabe cuántas palabras tiene el vocabulario de un gorila urbano, aunque podrían calcularse sus votos. Aporto una idea: incorporar la palabra “gorila” como un nuevo argentinismo. Porque “gorila” ya no es solo una especie de simio de la fauna; sino también un cíclico votante “neura”, exclusivamente argentino.

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